Colombia: Aumentan los Secuestros y la Inseguridad en 2025

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Colombia enfrenta un preocupante resurgimiento de la inseguridad en 2025, marcado por un alarmante aumento en los casos de secuestro y la persistencia de la violencia. Tras un período de relativa calma después del acuerdo de paz con las FARC en 2016, las cifras de secuestros se han disparado, reviviendo temores de épocas pasadas.

El Resurgimiento del Secuestro: Un Problema Creciente

Según datos de la Policía Nacional, recopilados por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), los secuestros se han triplicado desde 2019. Entre enero y abril de 2025, se denunciaron más de 131 casos, la cifra cuatrimestral más alta en casi 15 años. De mantenerse esta tendencia, Colombia podría cerrar el año con cerca de 400 raptos.

¿A qué se debe este aumento?

Andrés Preciado, director del área de conflicto y seguridad de la FIP, señala el auge de grupos armados y sus lógicas militares como la principal causa. La lucha por el control territorial se ha intensificado, y los grupos recurren al secuestro como herramienta para ejercer poder e intimidación.

El reciente secuestro de un niño de 11 años en Jamundí, Valle del Cauca, conmocionó al país. El menor fue liberado tras el pago de un rescate millonario, pero el incidente evidenció la vulnerabilidad de la población y la impunidad con la que operan estos grupos criminales. Este tipo de eventos despiertan el fantasma de un pasado marcado por la violencia y el terror, generando un clima de incertidumbre y zozobra en la sociedad colombiana.

Más allá del secuestro: el "Plan Pistola" y ataques con granadas

La situación se agrava con otros hechos de violencia, como el resurgimiento del "Plan Pistola", una estrategia de asesinatos selectivos contra agentes de policía y funcionarios de seguridad. También se han registrado oleadas de ataques con granadas de mano en Bogotá, sembrando el pánico entre los habitantes de la capital.

Estos incidentes, sumados al aumento de los secuestros, plantean serios desafíos para el gobierno y las fuerzas de seguridad colombianas, que deben redoblar esfuerzos para combatir la criminalidad y garantizar la seguridad de la ciudadanía. El futuro de la paz en Colombia pende de un hilo, y la capacidad de las autoridades para controlar la situación será crucial para evitar que el país regrese a los oscuros tiempos de la violencia generalizada.