¡Alerta Láctea! Quiebra clave de SanCor: ¿Qué pasará ahora?

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La Justicia argentina ha decretado la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la empresa láctea responsable de la producción de populares yogures, postres y flanes de la marca SanCor. Esta decisión judicial, tomada por el Juzgado Comercial 29, implica el cierre definitivo de todas las instalaciones de ARSA y la liquidación de sus activos.

¿Qué significa la quiebra de ARSA para SanCor y los consumidores?

ARSA era un proveedor clave para SanCor, produciendo marcas reconocidas como Shimy, Sancorito, Sublime, Flanes Caseros SanCor, Vida, Yogs y Primeros Sabores. Su quiebra genera incertidumbre sobre el futuro de estos productos en el mercado.

La empresa contaba con una importante planta en Arenaza, provincia de Buenos Aires, y un centro de distribución en Córdoba. Su red logística abarcaba 165 distribuidores, abasteciendo a 70.000 comercios semanalmente en todo el país.

El impacto en el empleo: Más de 400 trabajadores afectados

La quiebra de ARSA deja a más de 400 trabajadores en una situación de incertidumbre laboral. La planta de Arenaza empleaba a 180 personas, mientras que otras 200 trabajaban en la fábrica y el centro de distribución de Córdoba. La pérdida de estos empleos representa un duro golpe para las comunidades locales.

Vicentin y la gestión de ARSA

El grupo Vicentin gestionó ARSA hasta hace dos años y medio, con la participación inicial de fondos como BAF Capital. Posteriormente, la gestión quedó a cargo de los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, quienes también manejan La Suipachense. La empresa se vio envuelta en un concurso preventivo en abril de 2024, pero no se presentaron ofertas para su rescate.

¿Qué depara el futuro para SanCor?

La quiebra de ARSA plantea interrogantes sobre la estrategia de SanCor y su capacidad para mantener su presencia en el mercado de lácteos. La empresa deberá buscar nuevos proveedores o reestructurar su producción para garantizar la continuidad de sus productos. La situación económica del país y la competencia en el sector serán factores determinantes en el futuro de SanCor.

El fracaso del concurso preventivo

A pesar de los intentos de salvataje, no hubo interesados en adquirir ARSA y sostener su actividad productiva. La empresa atribuyó su crisis a la alta inflación y a las políticas de control de precios. Sin embargo, desde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) se denunciaron incumplimientos laborales y salariales por parte de la firma.

  • Más de 400 empleos perdidos.
  • Cierre de plantas en Buenos Aires y Córdoba.
  • Incertidumbre para la marca SanCor.

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